
“TAREA 3”
The Mackay
School
Bachillerato Internacional
Lengua y Literatura. Nivel Superior
Matías
Ignacio Valencia Sapunar
Código:
000425
Número
Palabras: 874
Resumen
En este ensayo la pregunta escogida fue
No2 fue la 1 de lector, cultura y texto. En este caso solo hubo un
texto a analizar el cual fue “La Civilización del Espectáculo” del escritor
Mario Vargas Llosa; esta tarea es parte del curso Lengua parte 2: Medios
Masivos de Comunicación. Los principales enfoques que tuve frente a esta tarea
fueron: La sociedad actual frente a la literatura contemporánea, en este punto
en especial fue donde más se pudo evidenciar las grandes diferencias que existe
en los lectores contemporáneos, el segundo punto en el cual base esta tarea fue
en cómo estos dos lectores responden frente a un mismo tipo de texto, otro punto importante que me base en este análisis
fue en la superficialidad y frivolidad que esta civilización del espectáculo cada
vez está más integrado. Los receptores
del texto de Mario Vargas Llosa son los intelectuales que buscan la verdad
sobre que está ocurriendo en esta sociedad, la cual cada vez es más cambiante
debido a varios factores que menciona el autor como son la literatura, el cine,
etc. Principalmente el propósito en que el autor se quiso basar fue en
informarnos sobre como la sociedad está cambiando y que podemos hacer para revertir
esta situación.
¿Cómo pueden dos lectores diferentes leer e
interpretar el texto de forma distinta?
Cada lector es distinto a otro, y
cada uno representa su propio punto de vista hacia los textos que leen, pero
principalmente Mario Vargas Llosa se refiere a dos de ellos; el lector que
busca libros sólo para entretenerse y le atrae leer la literatura “light” de
escritores como: Julian Barnes, Milan Kundera, Paul Auster o Haruki Murakami, y el otro tipo es el que busca informarse, el
que es intelectual, y él que no se queda sólo en lo que es entretenido.
Es evidente que estos dos tipos de
lectores van a leer e interpretar de forma distinta entre ellos pero ¿a qué se
debe esto? Esto se debe, principalmente
a los cambios que ha generado la civilización del espectáculo en las mentes de
las personas, lo que hizo este cambio fue que transformó al lector una personas
más cómoda, que siempre usa el mínimo esfuerzo intelectual a la hora de leer
cualquier tipo de texto. Pero a pesar de esto aún existen personas del tipo
intelectual, que valoran el contenido y el desafío que les presenta la lectura
con mayor contenido, de la cual obtienen valiosa información.
Todo lo anterior, se asocia a una
tendencia de superficialidad de la literatura y arte en general “No es por eso
extraño que la literatura más representativa de nuestra época sea la literatura
light, es decir, leve, ligera, fácil, una literatura que sin el menor rubor se
propone ante todo y sobre todo (y casi exclusivamente) divertir.” (Vargas
Llosa, 2012: pág. 36). Una prensa sin contenido basado solo en lo superfluo del
día a día, todo esto derivado de un cambio en la sociedad actual, que valora
más la cantidad que la calidad, y en la que es mejor es lo inmediato y
exitista. Todo aquello que toma tiempo o implica un proceso y desarrollo se
mira como tedioso y se trata de esquivar. Prima en esta sociedad contemporánea
la ley del mínimo esfuerzo, con la idea de obtener resultados a corto plazo sin
mirar hacia situaciones y proyectos de largo plazo. Y esto, obviamente de
traslada a la literatura.
Es esto que he descrito, a lo que se
refiere Mario Vargas Llosa cuando hace alusión a “La Civilización del
Espectáculo”. En un crudo análisis hace mención, a que el mundo actual ha
puesto como su valor supremo la búsqueda del entretenimiento como escape a una
vida rutinaria y de exigencias extremas para lograr un éxito mal entendido,
basado en la búsqueda de recompensas meramente materiales. Y esto, trae como
consecuencia lógica, una generalización de la frivolidad y la cultura light en todos los ámbitos del
arte, y también en el manejo de la información, que se manifiesta en un
periodismo sin responsabilidad, en que su mayor icono pasa a ser lo que
llamamos farándula y aquello que acapara mayor prensa son los escándalos y las
noticias tratadas con un esquema morboso de mostrar la realidad.
Si bien todo este fenómeno,
inicialmente parte con un excelente objetivo, el cual era masificar la cultura,
para estar al alcance de un mayor número de personas. Esto se hizo con una mala
premisa: “La cantidad a expensas de la calidad”. Y es en este contexto que se
desarrolla el concepto de literatura light; que hace sentir al lector a la
vanguardia pero con el menor esfuerzo de su intelecto. Como menciona Vargas
Llosa, los casos más notables de conquista de grandes públicos hoy en día se
alcanzan, NO con las publicaciones serias, rigurosas, verdaderas y objetivas,
sino con las llamadas “revistas del corazón”, o aquellas publicaciones basadas
en la revelación de la intimidad del prójimo, o de catástrofes mostradas con
sensacionalismo y morbo.
Tomemos como ejemplo la prensa para
analizar como dos lectores diferentes pueden interpretar un texto de forma
distinta. Ante una misma noticia de una catástrofe, un lector “light” buscara
leer un texto con la mayor cantidad de morbo que busca como única finalidad
satisfacer la necesidad de entretenimiento, sin tener que desarrollar ningún
esfuerzo de índole intelectual para analizar la noticia.
Por otra parte el lector
“intelectual”, intentara buscar un texto de la misma noticia, que le entregue información seria, objetiva y
fiel a la verdad, aunque esto no necesariamente sea entretenido. Aunque lo más
probable, es que para este tipo de lector no sea aburrido, sino que sea por su
contenido, un desafío a su intelecto.
Ante esta diferencia, Vargas Llosa
menciona que es el primer tipo de lector el que predomina en nuestra sociedad
actual, y que tendera cada vez más a una cultura sin contenido. Él se declara
pesimista en la posibilidad de cambiar esta realidad, ya que la describe como
enraizada en nuestra sociedad, la cual busca el entretenimiento frívolo como
aspiración suprema de la vida.
Finalmente puedo mencionar, que si
bien es claro que existen estos dos tipos de lectores, no hay que ser tan
pesimistas en pensar que el objetivo de la sociedad es solo la entretención.
Pienso que es posible encontrar un equilibrio y no pensar en estos tipos de
lectores como extremos irreconciliables. Uno es capaz de entretenerse con una
lectura liviana y al mismo tiempo ser capaz de analizar un texto más profundo.
Y ambas opciones de lecturas deben estar presentes y al alcance de todos.
Bibliografía
Vargas Llosa, Mario. “La civilización del Espectáculo”, Editorial
Alfaguara. Chile, 2012.